Pablo Echenique, el portavoz que un día fue R2-D2

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El diputado sucede a Irene Montero como voz de UP en el Congreso con la encomienda de reconvertir el grupo en soporte del Gobierno

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Pablo Echenique posa delante de algunas las fórmulas más importantes de la física moderna en el Congreso de los Diputados

Dani Duch

Vaya por delante que “los físicos no pintamos ecuaciones en pizarras transparentes”. Es un recurso dramático que Pablo Echenique (Rosario, Argentina, 1978) atribuye al éxito de El indomable Will Hunting . La idea es del fotógrafo Dani Duch y entretuvo un rato a funcionarios y periodistas en el recibidor Este del Congreso de los Diputados, donde Echenique asume ahora el papel de portavoz parlamentario del grupo confederal de Unidas Podemos, En Común y Galicia En Común. Patrimonio puede respirar, el rotulador era deleble. Seis fórmulas que resumen los ejes de la física moderna: la ecuación de la relatividad general de Einstein, la ecuación de Schrödinger que rige la mecánica cuántica y las ecuaciones de Maxwell del electromagnetismo. Las tablas de la ley del universo que conocemos.

No hace falta preguntar a Pablo Echenique si añora la investigación científica. A poco que uno ofrezca un hilo del que tirar, empieza a hablar de paradojas matemáticas –de la dialéctica de lo cierto con lo real– o de la tirante relación de los físicos y los biólogos, convencidos ambos de fajarse con la verdad última, mientras su interlocutor asiente intentando encajar tanto principio de incertidumbre y la condición estocástica de todo. La paradoja es que la ciencia tenía la encomienda de contener el azar y hacer comprensible el mundo. Bravo.

Investigador del CSIC reconvertido a político, promete ser breve en sus discursos parlamentarios

Jefe del equipo negociador de Unidas Podemos que logró el acuerdo presupuestario del 2018 y del que cerró el programa de gobierno para la coalición con el PSOE, y secretario de organización de Podemos –hoy exsecretario– durante unos convulsos y centrífugos años para la formación morada, Echenique se desempeña de buen grado en la tarea que el partido le designe. “Tengo una manera de estar en el proyecto que acepta que lo que hay que hacer es lo que hay que hacer”, explica, admitiendo que no es la forma más habitual de praxis política: “Mi caso es raro, porque es humano que la gente tenga deseos, aspiraciones y eso desencadena problemas y tensiones”, explica. “Por eso, lo que aprendí en la secretaría de organización es que los grupos humanos hay que gestionarlos con cuidado y con cariño y hay que hablar con todo el mundo antes de tomar decisiones que afectan a las personas”. Sonó para ministro, pero evita hablar de ello: “Si te lo cuento, tendría que matarte”, bromea. El nuevo portavoz es dueño de un sentido del humor que goza de forma evidente con el desconcierto que a menudo causa.

En cuanto a su tarea pública y mientras espera a unas obras que faciliten su accesibilidad y desempeño en un espacio tan pequeño y abigarrado –y protegido en tanto patrimonio– como el hemiciclo del Congreso, Echenique se ha hecho el firme propósito de hablar menos de lo habitual, no consumir los turnos. Será su forma de expresar un convencimiento de que las intervenciones largas no facilitan el debate, se convierten en una cadena de discursos impermeables: “Aspiro a la brevedad, porque creo que no tiene sentido el debate parlamentario largo, que en el fondo no es un debate. Tiene poco sentido intelectual y escénico”. Y recuerda que en el Parlamento de Aragón, en el que fue portavoz, los turnos son mucho más cortos. No le será fácil, toda vez su naturaleza parlan­china. “Por defecto, hablo media hora”.

Suceder en el cargo a Irene Montero le produce un poco de vértigo

No obstante, suceder en el cargo a Irene Montero, hoy ministra de Igualdad y que se graduó como portavoz con un inesperado vapuleo a Mariano Rajoy en el debate de la moción de censura del 2017, le produce un poco de vértigo. No ya por su desempeño en la oratoria, ­sino por la propia tarea del grupo parlamentario: “Se ha hecho un muy buen trabajo en este grupo, y creo que esto no es opinión, que el nivel técnico de las iniciativas que hemos presentado, siendo un grupo nuevo y sin experiencia, es asombroso; se puede preguntar a los secretarios del Congreso”. Echenique alaba el papel de grupo también en términos políticos: “Somos el grupo que echó a Rajoy e hizo presidente a Pedro Sánchez, hemos sido el principal operador institucional de la política española de los últimos años”.

Sin embargo, este investigador del CSIC reconvertido a político cree que uno de los desafíos que enfrenta es diseñar bien el papel que debe adoptar el grupo como soporte del Gobierno de coalición. Las coordenadas son otras. “La clave es que todo el mundo se ubique”, una expresión que aprendió de Montero y que le parece elocuente al caso: “Lo primero es ubicarse y lo demás es trabajar”. La paradoja es que justo el diputado con mayores inconvenientes de desplazamiento, se ubica rápido. Como videojugador se fajó en los juegos de poder, de SimCity a Civilization, empezando por el fundacional Dune. Construir y gobernar. “Son mucho más sencillos que la política, los juegas cuatro veces y ya está”. Y fue una especialista (hard gamer, en argot) de Star wars: X-Wing (1993) –recita de memoria los diálogos que abrían cada misión–, un indubitado clásico del combate espacial al que jugaba a dos manos con un amigo: “El que asumía el control de escudos y torpedos pasaba a ser R2-D2”. Bleep, bloop, bleep.

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