ERC esquiva un pacto del Majestic

El arranque de la legislatura

Los republicanos y PSOE trabajan una propuesta conjunta de mesa de diálogo para el martes

La dirección asume que un pacto les convierte en “pareja de hecho” del gobierno PSOE-UP

Torra presiona y avisa que el Govern también tendrá voz sobre si debe haber investidura

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El pasado lunes, Pere Aragonès se reunió con sus diputados y senadores en Madrid

Dani Duch

“No vamos a hacer de Pujol. Si la solución fueran más recursos para Catalunya, la negociación estaría resuelta”, y Pedro Sánchez sería investido inmediatamente. ERC huye del estigma del pacto del Majestic, y, aunque su papel hoy es propio del que ejercía la CiU de hace veinte años, los republicanos saben que necesitan más política y no tantas competencias de las que se firmaron entre José María Aznar y Jordi Pujol en el 28 de abril de 1996 para la investidura del líder del PP.

Pero las comparaciones no cesan, también desde el Palau de la Generalitat y JxCat, a modo de presión a sus socios. “Es como el pacto del Majestic, algo así te marca para siempre, ERC no puede ceder con poco”, sostienen fuentes del Govern con la tranquilidad de que si el acuerdo es bueno el beneficio será comunitario y si se queda corto las consecuencias electorales en Catalunya serán para los republicanos.

El calendario

ERC está dispuesta a una investidura exprés si hay “retorno” ya del PSOE a sus demandas

La negociación entre ERC y el PSOE llega el martes a su momento clave, aunque previamente se ha ido engrasando un mecanismo de contactos paralelos a la mesa que ­lideran Adriana Lastra y Gabriel Rufián y que alimentan el optimismo antropológico manifestado por Pedro Sánchez en el Congreso durante el día de la Constitución. Más prudente que el líder socialista, ERC advierte que no dará el paso formal a la abstención mientras no haya una constatación real de que habrá una mesa de diálogo sobre el “conflicto político” catalán, de su composición y método de trabajo y garantías de cumplimiento. Y la oferta del PSOE “no puede sonar a viejo” –“a Majestic”: competencias y recursos–, avisan en ERC. Eso debería ocurrir el martes.

Los equipos negociadores se dieron una semana de margen para elaborar sus propuestas y en las últimas horas se han producido intercambios para llegar a la reunión con documentos. Más allá del show del pasado miércoles, resuelto con un par de llamadas y algún trankimazin, la nave va . El propio Sánchez ha condicionado el debate de investidura a esa reunión, que todavía busca emplazamiento aunque hay quien señala sin problemas al palacio de Pedralbes. Y en ERC, no se ve mal zanjar la investidura antes de fin de año siempre que haya “retorno” socialista a sus demandas.

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Imagen de archivo del pacto del Majestic, con Pujol y Aznar como grandes protagonistas

Kim Manresa

Pero no todo queda en el cómo de la mesa de diálogo. Ambas formaciones asumen que, más allá de dar luz verde al gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, ERC debe convertirse en “pareja de hecho” del ejecutivo de Sánchez para que la legislatura tenga sentido, así que los republicanos aspiran a algo más que la derogación de la reforma laboral o ley mordaza. Lo que les estimula es lo que el independentismo denomina “el fin de la represión”.

No se ha puesto la libertad de Oriol Junqueras sobre la mesa. Las juntas de tratamiento de las cárceles donde se encuentran los presos independentistas deben emitir su dictamen la próxima semana y, a la espera de la clasificación penitenciaria, las defensas han fijado el calendario para la solicitud de permisos, comenzando en unas semanas por Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Junqueras no podría acceder hasta febrero del 2021, así que ERC trabaja en ese terreno a medio plazo.

Lo que se ha hecho es advertir de que hay una agenda judicial que ­entorpece la política. Los juicios pendientes contra la Mesa del Parlament que presidía Carme Forcadell; las actuales diligencias abiertas por la Fiscalía contra Roger Torrent; la investigación sin fin del juzgado de instrucción 13 de Barcelona y que ya ha remitido una parte al TSJC con Lluís Salvadó y Josep Maria Jové; causas contra alcaldes, o las diligencias del Tribunal de Cuentas. Luego está el goteo de recursos al Tribunal Constitucional, aunque el jueves el Gobierno puso sordina a un recurso anunciado hacía una semana.

Sobre la mesa de diálogo

Los republicanos alertan de la agenda judicial y se fijan como objetivo “el fin de la represión”

En JxCat se sostiene que un acuerdo de largo alcance de ERC con el nuevo ejecutivo de Sánchez también tendría repercusiones en Catalunya con las elecciones buscando encaje en el calendario por la situación judicial del president Quim Torra y con la aprobación de los presupuestos pendiente de un acuerdo triangular con los comunes que vaya del Congreso al Parlament, pasando por el Ayuntamiento de Barcelona. Y de vuelta al pacto del Majestic. Tras el acuerdo, Pujol fue investido en 1999 con los votos del PP y la abstención de ERC. Aunque lo que auguran los posconvergentes es un escenario parecido a los gobiernos tripartitos.

Pero JxCat no se resigna a un papel secundario. La reunión de mañana en Bruselas con Carles Puigdemont fijará la estrategia de la formación y, tras la cita clave de PSOE y ERC el martes en Barcelona, los posconvergentes pretenden que se vote en el Parlament una moción poniéndole puertas al campo de la negociación: “la solución al conflicto político no puede ser otra que un referéndum”; “es necesaria una interlocución política sólida entre la presidencia de la Generalitat y la presidencia española”, y “se requiere de una mediación internacional”.

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Pablo Iglesias, en el Congreso, con Pedro Sánchez al fondo

JUAN MEDINA / Reuters

Mientras, Torra ejerce su particular presión y se ha abonado a las citas de presidentes de ERC. El miércoles echó mano del discurso de Jordi Carbonell en la Diada de 1976: “Que no pretendan ningún tipo de apoyo nuestro quienes nos niegan de entrada el pan y la sal, quienes consideran que somos materia negociable pero ellos no”. Y el viernes, de Heribert Barrera: “No voté la Constitución, y como me dijo un día Tarradellas, es el honor más grande de mi carrera política”.

Torra ejerce de distorsión sobre las pretensiones de ERC, y desde el entorno del president se recuerda que Pere Aragonès negocia en nombre de los republicanos sobre la investidura pero el Govern tendrá “voz propia”. De hecho, se insiste en que cualquier mesa de diálogo debe partir de una reunión entre Torra y Sánchez para ir seguida de una “mesa de continuidad” de miembros del Govern, “tal y como se hizo en Pedralbes”, sostienen. Torra y el vicepresident hace dos semanas que no despachan los lunes como es habitual. El lunes pasado Aragonès estuvo con sus diputados en Madrid y mañana Torra hará lo propio en Bruselas, así que la información sobre las reuniones con el PSOE no fluye por los cauces habituales.

Las claves de la semana

1. Carles Puigdemont, junto a Quim Torra, reúne mañana a miembros de JxCat en Catalunya y Madrid. Sobre la mesa, la investidura, pero también la situación judicial de ambos y sus efectos sobre el calendario electoral catalán.

2. El martes, tercera reunión PSOE-ERC, clave para fijar la fecha de la investidura. Los republicanos ven el traslado de la cita a Barcelona como un éxito y esperan que se ponga sobre la mesa una oferta de mesa de diálogo.

3. El Rey cierra el miércoles con Pedro Sánchez la ronda de consultas para proponer candidato. El líder del PSOE y Pablo Iglesias ya tienen un diseño de gobierno de coalición y harán público el programa antes de la investidura.

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