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Escrache conservador contra el «impeachment» de Trump

El exembajador de EE.UU. en Ucrania implica directamente al presidente en la conspiración

David Alandete

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Los republicanos tomaron ayer la insólita decisión de hacer un escrache en el Capitolio contra la comisión que investiga a Donald Trump para destituirlo mediante el proceso de «impeachment». Un grupo de diputados conservadores irrumpió ayer en una sala en la que testificaba a puerta cerrada una alta funcionaria del Pentágono cuya cartera incluye la cooperación militar con Ucrania y, a gritos, obligó a suspenderla.

Sólo unas horas antes, el presidente estadounidense había exigido a los diputados de su partido que le defendieran de forma más contundente y se había declarado víctima de un «linchamiento» , un término con unas fuertes connotaciones raciales cuyo uso condenaron inmediatamente los demócratas. Nunca antes un grupo de diputados, menos republicanos, había abortado una vista oral en el Capitolio de ese modo.

«Si detrás de esas puertas lo que quieren hacer es anular el resultado de unas elecciones presidenciales, tenemos derecho a saberlo », dijo ante un grupo de veinte diputados de su partido el republicano Matt Gaetz, de Florida, quien fue expulsado por los demócratas de otra vista oral mantenida la semana pasada porque no forma parte de ninguna de las comisiones que investigan a Trump.

Esta protesta de los aliados de Trump en el Capitolio es una reacción directa al testimonio del martes del embajador en funciones de EE.UU. en Ucrania, quien denunció abiertamente un complot liderado por el presidente Trump para supeditar unas ayudas militares a Ucrania a que este país investigara al demócrata Joe Biden.

Según dijo el embajador, William B. Taylor, en la misma comisión que ayer quedó suspendida: «En agosto y septiembre de este año, comencé a preocuparme porque nuestra relación con Ucrania se estaba viendo gravemente perjudicada por un canal diplomático informal e irregular y por la rescisión de unas ayudas de vital importancia únicamente por razones de política nacional».

Esas ayudas habían sido aprobadas por el Capitolio para asistir a Ucrania en un conflicto con Rusia que se ha cobrado 13.000 vidas. La investigación del «impeachment» la iniciaron el mes pasado los demócratas después de una denuncia anónima de un funcionario que escuchó una conversación entre Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. La Casa Blanca se vio forzada a publicar esa conversación en la que Trump le pide a Zelensky «un favor»: que investigue si un hijo del demócrata Biden, Hunter, pudo estar implicado en un caso de corrupción en Ucrania.

Esa conversación entre ambos presidentes tuvo lugar el 25 de julio. Paralelamente, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, mantuvo varias conversaciones con funcionarios ucranianos para obligar a Zelensky a que abriera una investigación sobre Biden, algo que los demócratas creen que iba destinado a influir sobre las primarias de su partido para las elecciones de 2020. Hasta hace unos días, Biden lideraba las encuestas sobre esas primarias. Según varios testimonios y pruebas recibidos por los demócratas en el Capitolio, Trump también quería que el nuevo Gobierno de Zelensky investigara si sus predecesores en el Gobierno ucraniano interfirieron en las presidenciales norteamericanas de 2016. El presidente Trump ganó esas elecciones pero perdió el voto popular y denunció que las acusaciones de injerencias de Rusia son falsas y que fue Ucrania quien intentó manipularlas.

Irregularidades

Según dijo el embajador en Ucrania Taylor en su testimonio del martes, que fue filtrado a los medios después, el embajador de EE.UU. ante la UE, Gordon Sondland, le dijo que «el presidente Trump quiere que el presidente Zelensky diga claramente que Ucrania investigará [a los Biden] y la posible injerencia de Ucrania en las elecciones estadounidenses de 2016». El embajador Sondland le dijo a Taylor que «todo depende de ese anuncio». Todo en esas presiones a Ucrania es irregular. Giuliani es el abogado privado de Trump, no un cargo público. El área diplomática del embajador Sondland es exclusivamente la UE, de la que Ucrania no es miembro.

Los demócratas querían que ayer la subsecretaria de Defensa, Laura Cooper, cuya cartera incluye la colaboración militar con Ucrania, diera detalles de cuándo y cómo se suspendieron y luego autorizaron esas ayudas. Su testimonio quedó abortado por el ‹escrache› de los republicanos.

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